El Pollo a la Parmesana es un plato clásico que combina la riqueza del pollo empanado con la suavidad del queso parmesano y la acidez de la salsa de tomate. Su popularidad se ha extendido por todo el mundo, pero encontrar el vino perfecto para acompañarlo puede ser un desafío. En este artículo, exploraremos cómo lograr el maridaje perfecto para este plato icónico.
El Vino Perfecto para Pollo a la Parmesana
El maridaje de vino con Pollo a la Parmesana requiere un equilibrio entre acidez y cuerpo. Un Chianti, vino tinto italiano, es una opción ideal. Con sus notas de cereza y su acidez vibrante, complementa perfectamente la salsa de tomate y el queso parmesano, sin opacar al pollo.
El Chianti, elaborado principalmente con uvas Sangiovese, tiene una estructura tánica que limpia el paladar, lo cual es esencial después de cada bocado de este plato sumamente sabroso. La acidez del vino también resalta los sabores del tomate, creando una experiencia gastronómica equilibrada y placentera.
Consejos para Servir el Vino
- Temperatura: Sirve el Chianti ligeramente fresco, entre 16-18°C.
- Vajilla: Utiliza copas de vino tinto para realzar sus aromas.
- Presentación: Deja que el vino respire unos minutos antes de servir.
Receta Fácil de Pollo a la Parmesana
Para preparar este delicioso plato, necesitas:
- 4 pechugas de pollo
- 1 taza de pan rallado
- 1/2 taza de queso parmesano rallado
- 2 tazas de salsa de tomate
- 200g de mozzarella
- Sal y pimienta al gusto
- Aceite de oliva
Instrucciones:
- Precalienta el horno a 180°C.
- Empana las pechugas en una mezcla de pan rallado y parmesano.
- Dora las pechugas en una sartén con aceite de oliva.
- Coloca las pechugas en una bandeja, cúbrelas con salsa de tomate y mozzarella.
- Hornea durante 20 minutos o hasta que el queso esté dorado y burbujeante.
Este plato, con su combinación de texturas y sabores, es un deleite para los sentidos cuando se acompaña del vino adecuado. ¿Listo para sorprender a tus invitados con un maridaje perfecto? Descubre más combinaciones en Wine to Dish.